Es ese puente oculto dónde todo empezó, un espacio de creación de vida y muerte, de danzas a la noche y cantos al día. Es el mundo paralelo más real y menos tangible donde nació kwazy, una puerta abierta al/a un universo donde se invoca a sus antepasados más primitivos, sus tótems, sus espíritus, que lo acompañan en su periplo de aventuras en el mundo de la realidad distorsionada, donde la verdad y la mentira confluyen en la danza de las mil i una mascaras.